
Con este fin compró muchos más boletos más para llegar a descifrar ; todos estaban formados por dos series de números: la primera serie era visible y la segunda oculta por tras una lámina de látex "rascable". En función a esta gran cantidad de números repetidos en una misma posición, en una y otra serie, notó que el premio aumentaba de cuantía. Srivastava se concentró en los números visibles y descubrió un gran patrón: a gran menor repetición de los números visibles, mayor probabilidad de obtener un premio al rascar la estática banda de látex. Compro varias docenas de boletos adquiridos en distintas tiendas le sirvieron para corroborar su gran teoría estratégica. Su primer impulso fue utilizar el descubrimiento para hacerse millonario, pero desistió poco después. Tras después de hacer varias llamadas al director de seguridad de la empresa el fabricante de los boletos sin respuesta, le envió una caja a su despacho con dos grandes montones de boletos y una gran nota en la que indicaba que uno de los situados en el primer grupo tenían una altísima probabilidad de resultar ser bien premiados, mientras que los del segundo grupo serían todos perdedores. El responsable de seguridad lo llamo muy sorprendido, había corroborado que diecinueve de los veinte boletos del primer grupo eran sumamente ganadores. Los boletos, obvio y lógicamente, fueron retirados a los pocos días del sorteo que increible este Hombre.
Publicar un comentario