En 2004, Deborah Bevilacqua la parte inferior de una de sus piernas en un accidente automovilístico. Seis años más tarde comenzó a usar una prótesis diseñada específicamente para sus necesidades. “En vez de tratar de que no se note y parecerme a los demás, ahora intento hacer todo lo posible para que se vea mi pierna”, dice.
El diseñador Scott Summit, quien trabajó junto a un cirujano ortopédico para crear prótesis como las que usa Deborah, dice que su meta es hacer que aquellos que perdieron una parte de su cuerpo vuelvan a sentirse en forma. La es realzar la forma del cuerpo, “transformándolo en una escultura”.
El crea las cubiertas de las prótesis con impresoras 3D. “Es muy versátil. Puedes imprimir lo que se te ocurra”, dice Summit. “Hemos creado muchas partes que son de encaje metálico, pero a la vez muy resistentes. A nosotros nos gusta mucho jugar con esta contradicción”.
Antes de crear la prótesis, Summit, quien tiene su taller en Estados Unidos, habla con sus clientes para tratar de entender qué es lo que realmente quieren. Quizá estén buscando algo “con un estilo agresivo, o que sugiera velocidad” o algo más sutil, dice.
Chad Crittenden –amante de los deportes- perdió su pie a raíz de un cáncer que sufrió hace diez años. La prótesis que usa fue especialmente diseñada para jugar al fútbol (viene con espinillera incluida).
El equipo que lidera Summit también diseña piernas postizas para soldados. “A ellos les gusta algo que de la sensación de energía”, comenta.
James, quien perdió su pierna en un accidente de moto, quería algo que complementase sus tatuajes y su Harley Davidson.
Las prótesis típicas que fabrica Summit pesan no más de 185 gramos, un peso similar al de un teléfono móvil. Algunas incluso pueden lavarse en la lavadora de platos. (Todas las fotos de esta galería son cortesía de Bespoke TM, Fairings by 3D Systems Corporation).
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